Cabify ha regateado la normativa de la Generalitat y vuelve a Barcelona. El anuncio no es baladí, pues la compañía de VTC echa mano de unas cuantas triquiñuelas

La más importante es que formalizará un contrato anual con el cliente cuando éste haga la primera reserva, la única en la que cumplirá los 15 minutos de precontratación exigidos, en el resto de reservas pasará de lo que dice la Generalitat. Además, pasará a trabajar como prestadora del servicio de alquiler de vehículos de transporte y no como agencia de viajes, como hacía antes, y lo hará con una filial, Prestige&Limousine.