Todos estamos con el orgullo, naturalmente, y con los derechos de los homosexuales y sus jornadas festivas y reivindicativas pero, al parecer, nos aburre verlo en televisión. Al menos eso es lo que se deduce de las cifras de audiencia de Telemadrid. La cadena pública madrileña, volcada con el World Pride, obtuvo en su día estrella, el especial ¡Qué Orgullo!, del sábado 1, una audiencia del 3,7% con un máximo de 58.000 espectadores, cuando la media de la cadena en lo que va de año ha sido del 4,3%. Pero ya hemos dicho que el fichaje de José Pablo López (en la imagen), de la escuela Barriocanal, por cierto, suponía entrar por la puerta grande de la ideología de género en Telemadrid. Ahora ha hecho el ridi con Telemadrid. No, José Pablo López no procedía de Cuatro o Tele 5, sino de 13TV, de la escuela mediática de la Conferencia Episcopal, un hombre del gran Barriocanal, el evangelizador de los medios. Pero no importa el ridi de López. Total: lo pagamos todos. O todos los madrileños (Telemadrid) o todos los católicos (13TV). Por cierto, el Orgullo (estas son cifras de ABC) tampoco fue un éxito de asistencia. Ejemplo, la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) con el Papa Benedicto XVI, celebrada en Madrid durante 2011 (siete días) supuso que los pasajeros del Metro de Madrid se incrementaran en 6 millones. El World Pride supuso un incremento de 1 millón. Eso sí, donde el Orgullo arrasó a la Jornada del Papa fue en la producción de basura: 299 toneladas en la JMJ por 469 durante el Orgullo. Y no, no sacaremos conclusiones: se nos podría acusar de delitos de odio. Además, en defensa del colectivo LGTBI hay que decir que el Orgullo 2017 se ha celebrado con Manuela Carmena como alcaldesa, que tiene la capital de España hecha un asco, ya antes del World Pride y de forma… aproximadamente permanente. Hispanidad redaccion@hispanidad.com