Se hace llamar ‘Asko’, aunque su nombre real es Miguel. Tiene 30 años, es logroñés de nacimiento pero vive en Madrid, donde trabaja como psicólogo y presenta sus espectáculos de «drag-engendro».

Él mismo se define, -si tuviera que hacerlo, yo, reconozco que no sabría muy bien por dónde empezar- y explica: «La sociedad me da asco, me gusta hacer arte de lo feo y todo me parece una mierda”. Reivindica además «la desaparición del trabajo, porque odio el trabajo. Mi vocación es la de jubilado». Y, por ejemplo, para la concepción del género hombre-mujer, también tiene su propia visión: «Tiene que desaparecer, porque es algo que el sistema nos ha insertado en la cabeza. Me considero una drag anarquista».

Pero, ojo, Asko, con sus peculiaridades estéticas y filosóficas, no es el único que sostiene esa teoría de que el género es algo que nos programan. Existen, entre otras corrientes, por ejemplo, el feminismo de género, procedente del feminismo y basado en la consideración de que las diferencias de género son construcciones sociales perpetradas por los hombres para mantener su dominio sobre las mujeres. O sea, que lo del género es al final sólo una invención… Ver para creer.