Lo cierto es que la Iglesia ha condenado a la masonería en más de 200 ocasiones. La última, en el año 1981. El pie de foto, difundido por la Gran Logia de España, dice textualmente: "Está tomada (la imagen) en Cartagena de Indias, donde el Papa defendió con vehemencia los derechos humanos y la dignidad de todas las personas. Un mensaje muy próximo al sentir de los masones". ¡Toma ya! ¿Y si al fondo apareciera, por ejemplo, un cartel de Coca Cola o de la última película de Tadeo Jones? Podrían decir que el Papa Francisco anima a ir al cine y a beber la chispa de la vida. Estos masones manipulan como nadie y mienten como bellacos. De hecho, siempre han dicho que la Iglesia nunca les ha condenado. El rechazo ha venido únicamente de algunos cardenales extremistas que no conocen las bondades de la masonería, concretadas en el sentido de comunidad, la beneficiencia, la lucha contra el materialismo o la defensa de la dignidad humana. Mentira. La Iglesia católica ha condenado a la masonería en más de 200 ocasiones. Y no puede ser de otra manera porque sus principios son radicalmente opuestos. Los argumentos son múltiples, como recordó la Conferencia Episcopal Alemana en su declaración del 28 de abril de 1980 y que recoge Aciprensa. Por ejemplo, "la cosmología o visón del mundo de los masones no es unitaria, sino relativa, subjetiva, y no se puede armonizar con al fe cristiana; el concepto de verdad es, asimismo, relativista, negando la posibilidad de un conocimiento objetivo de la verdad, lo que no es compatible con el concepto católico", señalan los obispos alemanes. Y para que no haya duda alguna, el 17 de febrero de 1981, la Congregación para la Doctrina de la Fe publicaba una declaración en la que afirmaba de nuevo la excomunión para los católicos que den su nombre a la secta masónica y a otras asociaciones del mismo género. Y así hasta el día de hoy. Hispanidad redaccion@hispanidad.com