Mohamed Bin Salman (en la imagen), heredero al trono Saudí, se ha convertido en la estrella emergente en Arabia Saudí. El hombre civilizado, moderno, casi europeo, rompedor, vanguardista. Todo ello gracias a que ha conseguido que las mujeres puedan conducir un coche en la tierra de Mahoma. Y esto es definitivo. De hecho, frente a tamaño logro, las únicas pruebas que pueden recordar de Mohamed bin Salman son las siguientes: 1.- Fue el iniciador, como ministro de Defensa, de la Guerra del Yemen, una de las más crueles de la Península arábica. 2.- Ha adquirido a Estados Unidos el mayor paquete de armas. 3.- Ha cedido ante los clérigos del wahabismo, una de las más cerriles ramas islámicas, que te condena a muerte por la mera posesión de un Evangelio. Olvidados del menor resquicio de libertad religiosa para los cristianos durante el próximo lustro. 4.- Ha tensado las relaciones con el chiísmo iraní y roto con Catar, aunque estos tienen también lo suyo. 5.- Naturalmente, ni se le ha ocurrido acoger a uno solo de sus correligionarios sirios o iraquíes. De eso que se encargue la odiada Europa cristiana a quien, por otras vías, persigo. Pero, eso sí, ha conseguido que las mujeres conduzcan en Arabia. Por cierto, ¿no será peligroso? Hispanidad redaccion@hispanidad.com