Los usuarios del Prat están hasta las narices de la falta de reflejos del presidente del gestor en el segundo aeropuerto del país. Rajoy quita hierro: dice que es el único con problemas, pero se olvida, claro, de que es el segundo del país. Que el segundo aeropuerto del país, el de Barcelona-El Prat, esté en jaque por la huelga de los empleados de seguridad de Eulen está sacando de sus casillas a los usuarios, que viven en un sinvivir desde mediados de agosto por la posible pérdida del vuelo, mientras sube el tono de las condenas de los partidos, que piden la cabeza de José Manuel Vargas (en la imagen), y a éste le sale un aliado inesperado, el presidente Rajoy. ¡Qué cosas! Rajoy se ha escapado del problema diciendo que todo se debe a "una discusión entre una empresa privada y sus trabajadores", argumento calcado al del  gestor, que paga ahora el contrato de baja temeraria, y que "la Generalitat tiene competencias". Sorprendente desmarque, cuando para otros partidos se trata más bien del reflejo de una forma de actuar, la de la dirección de AENA. El PSOE ha dicho, por ellos, que Vargas debe dimitir. Mientras, el PDeCAT, otro ejemplo, se pregunta con sorna ¿dónde están Vargas o el Ministerio de Fomento? Lo peor, que entre dimes y diretes, nada augura una resolución rápida del conflicto laboral, entre huelgas parciales y la amenaza de huelgas totales. Y eso se unirán, previsiblemente, la cascada de denuncias de los pasajeros, que sufren los perjuicios de los retrasos o pérdidas de vuelos, contra gestor. En caso de huelga, esos servicios ya no corresponden a las compañías aéreas, sino a AENA. Hispanidad redaccion@hispanidad.com