Elon Musk ya tenía en mente viajar a Marte mucho antes de que una astrónoma alertara de que la Tierra corre peligro y hay que mudarse cuanto antes al planeta rojo. Pero, después de explotar el Starship, el cohete de Musk para viajar hasta la Luna o Marte, no sé si los futuros viajeros querrán subirse a una de sus naves.

La nave, que explotó durante una prueba en Texas, pretendía llevar hasta 100 pasajeros en vuelos comerciales o ser el medio de transporte de los próximos astronautas a la Luna o incluso a Marte.

«El propósito de la prueba de hoy era presurizar los sistemas al máximo, por lo que el resultado no fue completamente inesperado. No hubo heridos ni es un serio revés, tuiteó Musk.

Ya veremos que opina la NASA del ‘traspiés’ de la Starship… la agencia estadounidense contaba con esta nave para llevar carga útil a la Luna dentro del Programa Artemisa.

Y es que a Musk le estalla todo. Además de la Starship, también la luna delantera de su Cybertruck, su primer 'pick-up' eléctrico, que llegará con 804 kilómetros de autonomía en su versión tope de gama y un precio inicial de 39.900 dólares (algo más de 36.000 euros).

Uno de los asistentes de la compañía trató de mostrar la dureza de los cristales lanzando contra ellos una bola de acero. El impacto provocó que dos de las ventanillas se rompieran; si bien mantenían su integridad estructural, algo que el propio Musk trató de destacar: «No traspasó. Ese es el lado positivo», dijo. Sigue así, Elon: siempre positivo, nunca negativo.