No le gustan que actúen contra los delincuentes, por ejemplo, contra quienes ocupan viviendas, porque eso sería castigar el abuso, algo nada deseable en una autoridad postmoderna… como es la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau (en la imagen). Sin embargo, ha decidido vigilar a los vigilantes, y así, doña Ada ha creado un archivo sobre los policías municipales, exigiéndoles que revelen toda su intimidad: familiar, religiosa, sexual, etc. Y todo esto revela otra cosa: la naturaleza centrífuga de la Colau. Eso sí, no olviden que los locos no se vuelven malos, son los malos los que se vuelven locos, porque la práctica de lo antinatural acaba por convertir la naturaleza del sujeto agente… en antinatural. En cualquier caso, volvemos al caso Podemos: lo peligroso no es el partido Podemos y sus confluencias varias (no es Ada Colau), sino quienes les votaron. Podemos no es preocupante: lo preocupante es que más de 5 millones de españoles le han otorgado su voto. Y la mayoría de los barceloneses votaron a Coalu. Hispanidad redaccion@hispanidad.com