Palabra que no me invento nada. El pleno del Ayuntamiento de Barcelona, con los votos de los podemitas de Colau y de los separatistas de ERC y de PDecat (sí, la antigua Convergencia burguesa) han decidido cerrar el Zoo de Barcelona. Bueno, no cerrarlo, pero no incorporarán nuevos animales, ni fomentarán la reproducción… salvo en dos especies que están en peligro de extinción.

La razón es muy sencilla. No se puede permitir que haya individuos que nazcan, o vivan, en cautividad. Así llamados: individuos. Lo cual es muy cierto, porque individuos siempre serán, aunque por razones obvias, Colau y sus animalistas no especifiquen la especie, no vaya a ser que cualquier retrógrado -y/o fascista- entre en distingos entre animales e individuos de la raza humana, aproximadamente racionales.

El pobre Copito de Nieve murió a tiempo. Siempre me pareció que era un individuo dotado de cierta inteligencia. No le hubiera gustado vivir en un mundo de imbéciles.

Claro que tampoco hay que extrañarse del nuevo éxito de la centrífuga Ada Colau. Recuerden que la empresa que perpetra hamburguesas sin carne Beyond Burguer está triunfando en Wall Street. De lo que se deduce que el primer mercado bursátil del mundo es especulativo y capitalista, sí, pero también progresista, animalista… y ligeramente idiota.