El Consejo de Ministros aprobó el acuerdo fiscal con el Reino Unido sobre Gibraltar. El ministro de Exteriores José Borrell marca esta fecha como histórica: el primer acuerdo con Londres sobre la Roca desde el Tratado de Utrecht (1713).

Pues bien, los llanitos seguirán cachondeándose de España. La clave del acuerdo estriba en el concepto de residencia fiscal, porque los mandamases de Gibraltar prefieren vivir en Sotogrande.

Sánchez, una vez más, firma un papel mojado en lugar de aprovechar el Brexit para recuperar la soberanía española sobre Gibraltar. No obstante, lo único que preocupa a Londres de España es, precisamente, el cierre de la verja. Pero eso supone demasiado coraje para Pedro Sánchez.