Los problemas de la sociedad comienzan cuando se pierde el sentido del ridículo. Observen este papel de la Consejería de Educación del Gobierno madrileño, presidido por doña Cristina Cifuentes, del PPP (Partido Popular y Progre). Se pide el sexo del alumno y se dan tres opciones: varón, mujer y "No consta". Lo de no consta es buenísimo, porque, ¿cómo puede no constar el sexo? Además, Cristina, ¿dónde "No consta"? Mira que no queremos ser cochinos pero si hay que señalar con el dedo... En cualquier caso, lo que aquí se demuestra es que la informática es sexista y se da a la homofobia y a los delitos de odio en general. Porque lo que ocurre es que la ' ' de varón sí cabe en una casilla, la ' ' de mujer también pero, ¿cómo colocar LTBI? No cabe, y aún menos si consideramos que, en breve, el LGTBI se ampliará a todas las letras del vocabulario, pues no pasa un solo día sin que se descubra un nuevo sexo. Pero, por el momento, a Cristinita el sexo no le costa. Hispanidad redaccion@hispanidad.com