Confiesa que le dolió mucho tener que renunciar a las becas de excedencia para poder mantener las sociales

El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert,  ha protagonizado los desayunos de Europa Press, donde ha manifestado que dejará la política activa una vez haya sacado adelante la reforma educativa que le encomendó el Gobierno y finalice su mandato.
El ministro que más ataques ha recibido ha defendido las bondades de la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOMCE), que actualmente se encuentra en trámite parlamentario: "Sabía que hacer una reforma educativa encuentra siempre muchas resistencias, que generalmente acaban polarizándose en la persona a la que le toca ese encargo y, probablemente en un mal cálculo de mis fuerzas y un exagerado cálculo de mis capacidades, decidí que puesto que yo no tengo ambiciones políticas de ningún género y puesto que yo no voy a seguir en política después de este empeño (...) creía en esta reforma y no tenia miedo a afrontar el coste personal que podía suponer".

Durante su intervención ha manifestado que  "renunciar a las becas de excedencia" para poder seguir sufragando las "becas sociales" no fue una decisión presupuestaria fácil:  "En el afán por preservar estas becas de base social, que son las becas generales, hemos tenido que renunciar a becas de excelencia basadas exclusivamente en el rendimiento y nos ha dolido mucho, porque yo creo que el sistema tiene que ser consistente en enviar señales de valor acerca del rendimiento y el esfuerzo", ha señalado.

Wert ha defendido la decisión de elevar a un 6,5 la nota mínima para acceder a ayudas económicas al estudio en la universidad, que deja en un 5,5 la nota necesaria para acceder a la matrícula gratuita.

El titular de la cartera de cultura ha resaltado la importancia de la responsabilidad, que ha definido como la cara b de la equidad, que no basta para crear un sistema educativo de calidad: "el estudiante que recibe ingresos de cierta cuantía, que representan un sacrificio importante para la sociedad que lo sufraga, tiene que corresponder con un rendimiento que no es de excelencia", ha argumentado.

Wert recibió todo tipo de presiones, incluso de líderes autonómicos de su propio partido para rebajar a un 5,5 la calificación necesaria para obtener la matrícula gratis. Ha afirmado que si lo ha hecho es porque "parecía más equitativo" que el acceso a la matrícula "tuviera un requisito más bajo".

Al ministro más controvertido del Gobierno Rajoy, antes de abandonar el Ejecutivo, le espera una ardua tarea.

Mariano Tomás
mariano@hispanidad.com