Sr. Director:

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea prohibió, el pasado día 18, patentar técnicas que supongan la destrucción de embriones humanos.

 

Luxemburgo decreta así que, aunque tenga sólo horas de vida, un óvulo fecundado no puede ser manipulado por motivos comerciales como si fuera "una materia prima". Esta decisión sitúa a Europa en la vanguardia mundial de la protección del embrión y valida la doctrina jurídica que defiende que la dignidad de personas nos acompaña desde la fecundación hasta la muerte natural.

Queda claro que el embrión humano no es una materia prima. Es un ser "vivo y humano".

Jesús D Mez Madrid