Sr. Director:
Vemos continuamente cómo se demuelen viviendas de gentes humildes, ya sea porque se construyeron sin permiso o por la famosa ley de costas.

 

Hace como un año, en Tenerife, concretamente en la población de Candelaria, la guardia civil por orden gubernativa. (joe, ese era el nombre de los gobernadores civiles de Franco) se demolieron, sin piedad, un montón de viviendas de pescadores, en las cuales vivían esas personas desde hacía más de cincuenta años, sin especular con ellas, pues los obligaron a irse y destruyeron sin piedad sus casas y puedo aseguraros que sentí un tremendo dolor por ellos, y porque aquellas casas eran parte del paisaje de la maravillosa isla de Tenerife.

En Marbella, según he leído varias veces, hay como unas tres mil viviendas ilegales, pero pasan los años y como son casas de lujo pues no se destruyen, ni los gubernativos ni los jueces dan la orden de demolición.

Ahora aquí, en Tarragona, según una sentencia firme del tribunal superior de justicia de Catalunya, se tiene que demoler  Marina port Tarraco, porque según esa sentencia se construyó sin permiso ¿se cumplirá dicha sentencia,  ya que es firme?

Miguel Dueñas Muñoz