Sr. Director:

Esta carta, reproducida en la web la Cruz de San Andrés, y escrita por el Europarlamentario europeo Magdi Allam al diario Il Giornale, explica los motivos de su renuncia: la escasa defensa de la identidad cristiana frente al avance del Islam y la claudicación en temas tan sensibles para los católicos como el aborto.

 

Le escribo en nombre de la libertad de expresión que nos une y tomo inspiración y fuerza en la exhortación de Jesús: 'Sea vuestro lenguaje: 'Sí, sí'; 'no, no': que lo que pasa de aquí viene del Maligno' (Mateo, 5, 37). Con dolor le informo que he decidido seguir siendo coherente con mi fe cristiana y con los seculares valores no negociables y abandono el Partido Popular Europeo (PPE) para unirme como independiente al Grupo 'Europa dela Libertad y la Democracia' (EDF) en el seno del Parlamento Europeo'.



Mi sufrimiento es debido, principalmente, al afecto que me une a Mario Mauro, presidente de la Delegación del PDL, a Carlo Casini, presidente de la Delegación de la UDC y a la totalidad de los diputados italianos que participan en el PPE. Cuentan con mi amistad. Pero yo no podía continuar frustrándome por el cada vez más acentuado contraste entre mis convicciones y la posición pública de libertad de voto del PPE sobre temas éticamente sensibles, en la centralidad del euro con una perspectiva de la Europa de los banqueros, la legitimación primero de regímenes militares y después de los integristas islámicos a través de todo el Mediterráneo, terminando con la adhesión al PPE del Partido para la Justicia y el Desarrollo de Erdogán, que convirtiéndose de facto en el principal aliado para el ingreso de Turquía en la UE.



Constato que en el tema del aborto, incluso dentro del PPE, se contempla la libertad de elección, por la pérdida sustancial de la identidad cristiana del grupo, hasta el punto de que el nombre de 'Democracia Cristiana' ya no aparece, ni entre paréntesis, ni en el sitio, ni en el logo oficial. […] El golpe de gracia fue la alianza con los islamistas, lo que demuestra una total ignorancia sobre los que aprovechan las elecciones para imponer la sharía o ley islámica.



Me encanta Europa, me encanta Italia, pero me gustan más los pueblos de Europa que no se avergüenzan de sus valores judeo-cristianos, que no trafican con los principios no-negociables, ni canjean nuestra dignidad por petrodólares, pueblos que se centran en la persona y persiguen el bien común. A partir de ahora, mi misión será contribuir a darle un alma a Europa.

Cuántas de estas veremos los próximos cuatro años en España. No pongáis la mano en el fuego, que quema. Aunque quizá me preocupe más el saber cuántas de estas 'exigirá' la ciudadanía.

Magdi Allam (Carta transcrita por Juanjo Romero)