Sr. Director:
Vamos a olvidar que Zapatero existe. Vamos a dejar de decir que tenemos una oposición débil. Vamos a tratar de recuperar la ilusión pérdida, poniendo cada uno nuestro granito de arena, por muy insignificante que nos parezca.

 

Ayudar a los demás, privándonos de algo que nos cueste de verdad, interesándonos por su vida, por sus dificultades para vivirla, por sus necesidades físicas o psicológicas, por sus carencias espirituales. No es tan difícil acercarse a un alma herida. Sólo hace falta resolución y un poco de amor, ese amor que está falseado y encubierto por algo que es sólo egoísmo y dormiremos más tranquilos por haber colaborado con lo que Dios espera de nosotros.

Ana M. Baldán