Sr. Director:
TV3 se ha situado en el centro de la polémica con su retrasmisión maratoniana durante seis horas del concierto de los partidarios de la separación del resto de España.

Uno de los principios de la democracia es que los medios públicos sean políticamente imparciales, entre otros motivos, porque quienes los pagamos con nuestros impuestos somos ciudadanos de todas las tendencias ideológicas.

Sin embargo, en Cataluña son utilizados sin ningún esfuerzo de disimulo al servicio de una ideología determinada.

Lamentablemente TV3 no es una televisión ya realmente pública, sino la televisión privada de un partido, de CIU, que se la pagamos entre todos.

María Palacios