Insiste la canciller alemana Ángela Merkel en que tiene que darse una unión fiscal en Europa y yo añado que antes tiene que haber unión de rentas.

Ella es un poquito más influyente que yo, por lo que me temo que puede salir ganando pero intentaré evitarlo.

El argumento de Merkel, es decir, de casi toda Europa: miren ustedes, no puede haber una zona geográfica del mundo con unidad comercial y unidad monetaria y sin unanimidad fiscal. No podemos comerciar libremente y tener una misma moneda si pagamos distintos impuestos.

Muy cierto. Ahora bien, aún sería más grave, mucho más grave, que tuviéramos un mismo mercado, una misma moneda, unos mismos impuestos… y unos salarios tan dispares como los que tenemos. La soberanía común se comparte cuando somos iguales pero cuando el español cobra el 60% del alemán y menos de la mitad que el inglés, esa soberanía común implica la igualdad de los desiguales.

Por tanto, si quieren ustedes avanzar hacia la Europa común tiene que ser en una Europa entre iguales. Por ejemplo, con ciudadanos que cobren salario, al menos, el salario mínimo. Lo otro es una coña.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com