La economía española, otra vez protagonista del debate televisado en Francia entre los dos candidatos a la presidenciaHay que ver cuánto les importa España de repente a los políticos franceses. No han dejado de referirse a nuestro país durante la campaña electoral y ayer, en el debate televisado entre el socialista François Hollande y el actual presidente y aspirante por el partido UMP, Nicolas Sarkozy, España volvió a ser citada. Aunque, eso sí, como ejemplo de lo que no hay que hacer...

En concreto, se referían a las políticas del ex presidente del Gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Es muy posible que ni este se crea la repercusión que ha tenido en Francia. Aunque luego, tal y como le pusieron, casi mejor que no haya visto el debate. Porque resulta que ambos políticos renegaron de su amistad, tanto ahora como en el pasado.  

Todo comenzó cuando Hollande le espetó a 'Sarko' que Alemania "lo ha hecho mejor que nosotros", en lo que al parecer sí estuvo de acuerdo Sarkozy, pues respondió que Alemania "es el ejemplo a seguir, no Grecia y España".

Y ahí entró Sarkozy a saco: "¿Los franceses que nos miran hoy quieren encontrarse en la situación de los españoles?", le preguntó a Hollande.

Hollande respondió a Sarkozy diciendo que "no es justo por su parte criticar hoy al señor Zapatero cuando le ponía como ejemplo ayer". "Si Zapatero es mi amigo, el suyo es Berlusconi", le espetó al de derechas. Y Sarkozy, muy mosca, le dijo: "No es de mi partido (Berlusconi), ni de lejos ni de cerca".

Sarkozy le echó en cara al socialista, de nuevo, la herencia de Zapatero y los contactos que ambos mantuvieron en su día: "No hay ni un solo francés que quisiera encontrarse en la situación de España".

Hollande contestó: "No he dicho que quiera ese modelo".

Es decir, que los aspirantes franceses a la Presidencia no quieren el modelo Zapatero ni en pintura.

No obstante, al socialista francés hay que reconocerle sus desvelos por España e Italia, pues prometió que si gana, el mismo lunes 7 de mayo presentará su plan para aprobar un pacto de crecimiento en Europa: "Me doy cuenta de que desde que propuse añadir un pacto sobre el crecimiento, varios jefes de Gobierno -entre los que citó los de España e Italia - están de acuerdo". "No se puede imponer la austeridad generalizada".

En cuanto al aumento del gasto, Sarkozy atacó a Hollande preguntándole si quiere "que todo el mundo se vaya de Francia" y "que nadie pueda pagar aquí los impuestos. ¿Quiere seguir aumentándolos? ¿Propone por su locura de gastos aumentar los impuestos?".

Hollande respondió acusándole de haber "incrementado los gravámenes" durante su mandato. Además, el socialista criticó que el país haya pasado de tres a cuatro millones de parados, que el paro roce el 10%, que se haya degradado la competitividad y que la deuda pública haya aumentado en "600.000 millones".

El actual presidente se preguntó cómo estaría Francia de no haber aplicado sus reformas y le echó en cara el crecimiento de Francia en 2009, el año del comienzo de la crisis.

Aunque una de las frases del debate fue de Sarkozy: "Hay una diferencia entre nosotros: usted quiere menos ricos y yo menos pobres".  

El candidato del UMP también destacó que Francia toma prestado en los mercados de deuda pública a un tipo de interés que es la mitad del que tiene que pagar España, otra vez España. De hecho, el Tesoro francés ha logrado colocar hoy 7.431 millones de euros, en distintas subastas de deuda a largo plazo en las que ha tenido que pagar menos intereses. Todo lo contrario que España, que hoy ha tenido que aumentarlos para satisfacer a los buitres mercados.

Veremos qué pasa el domingo 6 de mayo. Al Gobierno español de Mariano Rajoy no le vendría mal un poco menos de "austeridad" -como propuso Hollande, una austeridad propugnada por el 'Merkozi' (Merkel y Sarkozy)-, y una flexibilización en los plazos para cumplir con los objetivos de déficit. Y junto al Gobierno español, a todos los españoles.

José Ángel Gutiérrez

joseangel@hispanidad.com