Sr. Director:
Cuando los socialistas han estado gobernando un país fuerte, como España, y han sido capaces de hundirlo hasta dónde nos encontramos, hay que tener muy mala leche para conseguirlo, pues no es posible solo con inutilidad.

Los que consiguieron el poder con aquellas fundadas sospechas de las que ya no se puede hablar, no son tan tontos. Pero sí puedo afirmar que indecentes, por no decir algo más grave.

Estos señores, ahora tienen la osadía de predicar que ellos harían esto o lo otro. ¿No tuvisteis 7 años para evitar esta catástrofe? Se atreven a recomendar una actitud u otra a los que ahora se están dejando el pellejo para arreglar lo que ellos destrozaron. ¿Cuál era entonces la razón para negar sistemáticamente la crisis que nos invadía?

Yo me imagino a estos señores en la intimidad celebrar con champán, cada vez que la economía baja un escalón (algunos lo celebran con cerveza en una terraza). Por favor, dejen de poner palos en las ruedas y colaboren, pero no de boquilla sino de verdad. Olvídense por una vez de sus intereses de partido para salvarnos a los españoles. Antes que sus deseos de volver a gobernar, debe estar la necesidad de comer de los ciudadanos. Dejen de engañar, de lanzar a sus adláteres a la calle, de organizar grupos de violentos, de destruirnos más, pues ya ha sido bastante.

Lo cierto es que ese gran partido que es el PSOE, se ha quedado sin lideres capaces de hacer algo positivo; ahora solo les queda una radical catalana que simula ser más española que la Lola, un secretario que fue portavoz del gobierno de los Gal, responsable del Faisán y de la crisis que padecemos, y el "invictus" con cara de cabreado permanente, dándose de cabeza a diario contra el muro de Esperanza Aguirre.

Pablo Delgado Escolar