El matrimonio formado por Pete y Debbie, personajes a los que conocimos hace cinco años en Lío embarazoso, se enfrentan a su cuarenta cumpleaños después de más de una década de estar casados…La convivencia les ha cambiado o, quizás, no…

La publicidad y el cartel de la película ya presagian lo peor: "una comedia para los que se niegan a crecer" y en la imagen vemos al protagonista, encarnado por Paul Rudd, sentado en la taza del baño. Esta imagen tan "idílica" es un buen resumen de esta comedia sin sustancia, llena de tópicos, donde abundan los momentos escatológicos y groseros en un metraje interminable.

Desde que se estrenara la ingeniosa Pequeña Miss Sunshine (en el año 2006) muchos han intentado repetir la exitosa fórmula de familia excéntrica pero unida, pero en el caso de Si fuera fácil el desarrollo resulta tan poco inteligente y tan llena de flatulencias físicas y argumentales (y perdonen el comentario) que consigue aburrir a pesar de que sus últimos cuarenta minutos son los más afortunados de la trama.

Judd Apatow ha escrito y dirigido esta película en la que aparecen su esposa Leslie Mann y sus dos hijas: Maude e Iris. Todo indica que sus relaciones familiares son mejores en la realidad que en la ficción.

Para: Los que vean normal contemplar y escuchar todo tipo de groserías en pantalla