• Ojo, esto no significa destruir la empresa. Significa que los bancos se harán con el control de la compañía para asegurar su continuidad.
  • Lo que ocurre es que hay que esperar al día 29 de abril, que vence el plazo dado por el juez para que las partes acuerden y firmen el convenio.
  • Pero todo indica que no llegará ese acuerdo.
  • Y Damm intenta obtener el 51% de los apoyos para sacar el convenio adelante.
  • El problema de Carceller es que la banca ya no se fía de él.

El futuro de Pescanova se va aclarando, aunque habrá que esperar al próximo 29 de abril para verlo concretado. Es la fecha límite que ha dado el juez, a instancias de Damm, para que las partes lleguen a un acuerdo y firmen el convenio presentado por Demetrio Carceller (en la imagen).

Pero Carceller tiene un problema serio: los bancos ya no se fían de él. Por eso, Sabadell, Popular y Caixabank insisten en ir a la liquidación de la empresa, es decir, insisten en no firmar el convenio. Pero ojo, esto no significa que Pescanova vaya a cerrar. Como ya explicamos en Hispanidad, tras el segundo engaño de Carceller, la banca presentó un plan B que se aplicaría en caso de que el convenio no se firmara. Y ese plan B consiste en que se harán con el control de la compañía para asegurar su futuro, incluso manteniendo las filiales.

En cualquier caso, los bancos siguen afirmando que continúan negociando con Carceller para llegar a un acuerdo. No hablan de ruptura sino de diálogo. Aún así, el consejero delegado del Sabadell, Jaime Guardiola, ha asegurado este jueves que el hecho de que los bancos asuman finalmente el control de Pescanova "es un escenario que tiene un alto grado de probabilidad". Lo que no ha querido aclarar es si contarían con Damm como socio industrial.

Pero todo hace indicar que no. Además, como indicó a Hispanidad el presidente del Sabadell, Josep Oliú, "no necesitamos un socio industrial, necesitamos un consejero delegado". Y como venimos diciendo, Senén Touza tiene muchas papeletas de serlo.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com