• Miguel Ángel Sacaluga y Fran Llorente son sus hombres fuertes.

  • La progresía socialista reta a Rajoy desde la tele pública.

  • Se necesitan dos tercios para modificar el Consejo, donde hay seis renovaciones pendientes.

  • Y en ocho años de Zapaterismo, los socialistas han copado todos los puestos clave e impuesto el pensamiento único.

  • Todos los tópicos ideológicos, no sólo siguen vigentes, sino que se potencian en los servicios informativos.

Elecciones Norteamericanas: según Lorenzo Milá, corresponsal en Washington, el 'tea party' y, en general, cualquiera que defiende la vida, es un "ultra... conservador". Zapatero es el hombre que amplió los derechos de los homosexuales con el gaymonio y que plantó cara a la violencia machista, los recortes antisociales son los de Cospedal en La Mancha y el aniversario de la ley antitabaco demuestra que las leyes de Elena Salgado y Leyre Pajín no han perjudicado el negocio hotelero y han conseguido que los españoles dejen de fumar, Esperanza Aguirre es quien pretende acabar con la escuela pública y Ana Botella la alcaldesa que no ha pasado por las urnas.

En la radio televisión pública, RTVE, no se percibe el cambio de Gobierno, es más, los tópicos ideológicos de la progresía -en este caso, progresía socialista- sigue mandando en la programación de Informativos, donde el pensamiento único, progre, impuesto durante ocho años de Zapaterismo, impera como el 19 de noviembre: en todo su esplendor.

Nada parece haber cambiado tras el 20-N.

En pocas palabras, Alfredo Pérez Rubalcaba sigue mandando en la casa, antes ente, hoy empresa pública, a través de sus dos peones favoritos: el director de Informativos, Fran Llorente, y el consejero Miguel Ángel Sacaluga.

A Rubalcaba, ahora mismo, le interesa, de cara a la lucha por el control del PSOE, frente a Carme Chacón, que se haga apología del anterior Gobierno, porque él era vicepresidente. Y la orden es no ceder ni un paso. A fin de cuentas, la presidencia rotatoria de RTVE, con seis consejeros pendientes de renovación, provoca que la radio televisión pública se guíe por la rutina y que las principales caras, y sobre todo editores, del medio sepan que, por el momento, pueden desafiar al nuevo Gobierno con total impunidad. De hecho, para renovar el Consejo se precisa una mayoría de dos tercios en la cámara. En otras palabras: que el PP necesita del PSOE y el jefe parlamentario del PSOE, por el momento, se llama Alfredo Pérez Rubalcaba.

Es una rebelión en toda regla que tenía difícil salida. Además, el PP -prisionero de sus complejos ideológicos centro reformistas- siempre ha sido especialmente obtuso a la hora de imponerse en los medios informativos públicos especialidad del PSOE en general y de Rubalcaba muy en particular. De hecho, Rajoy considera que no es el momento de abrir esa batalla. Lo primero es el ajuste económico.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com