Sr. Director:
De forma sutil y callada, es decir, a la manera de Jordi Pujol, el nacionalismo está consiguiendo sus objetivos en el campo lingüístico, arrinconando a la lengua española en grandes zonas de Cataluña.

 

Según los últimos datos oficiales en el 70% de comarcas catalanas el español es ya una lengua residual, hablada sólo por uno de cada cuatro habitantes y en algunas comarcas sólo por uno de cada ocho. 

Si a esto se le añade una transmisión del castellano de padres a hijos en caída libre debido a la enseñanza sólo en catalán en las escuelas y unas políticas de imposición del catalán en todos los ámbitos de la vida pública, el panorama no puede ser más sombrío para el futuro demográfico del español en muchas comarcas del interior de Tarragona, Lérida y Gerona.

Rosa Álvarez