Oiga, bien que no tengamos soberanía monetaria, pero perder también la soberanía fiscal me parece un poco fuerte.El comisario de Economía de la Unión Europea el finlandés Olli Rehn, nos lo ha dicho claramente: no se pueden bajar impuestos en España aunque don Olli no tiene le menor reparo en que reduzcamos prestaciones públicas. Lo decíamos ayer: corremos el riesgo de aplicar el modelo chino, es decir, que la economía española marche bien y la economía de los españoles marche rematadamente mal. Es la paradoja que se produce cuando impera la economía financista. Vamos, que está bien conseguir el equilibrio fiscal, pero no a costa de cargarse el crecimiento económico y, por tanto, el empleo.

Por otra parte, ¿quién es el comisario Rehn para decirle al Gobierno español lo que tiene que hacer en España? Además de una bofetada a las pretensiones del Partido Popular, que propone reducir impuestos. las palabras de Rehn representan una intromisión inadmisible en la política económica española. Rehn, ¿por qué no te callas?

La mañana del jueves vino marcada también por la oposición de Angela Merkel a los eurobonos, justo horas después de que el presidente de la Comisión Europea, el jefe de Rhen, hablara de poner en marcha los Eurobonos por la vía de urgencia.

Lógico, si se unifica las emisiones de deuda pública, en un continente donde unos países se financia al 2% (Alemania) y otro al 24% (Grecia), tenderá a unificar el precio y a Alemania le costará más dinero y a Grecia menos.

Ahora bien, emisión de eurobonos no es mala por eso: es mala porque el problema de la deuda no es que se pueda pagar sino que es mucha. El problema no es que sea mala deuda, el problema es que existe deuda. Por tanto, mezclar lo podrido y lo semiprodido no conduce más que al pudrimiento general.

Eulogio López

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