Sr. Director:
Los sindicatos anuncian movilizaciones contra el límite del gasto. El Estado es como una familia (¿saben qué es una familia?), que debe ajustar permanentemente sus gastos a los ingresos con que cuenta.

 

"Papás necesito zapatos"; "aguanta un mes más". "Papás necesito una camisa"; "Arréglate con esa hasta el verano". Si una familia ve reducidos sus ingresos y sigue gastando como antes, se va al desastre. La desaparición de empresas ha provocado una gran reducción de ingresos, al tiempo que el aumento de parados ha incrementado los gastos. Los sindicatos -que no han movido un dedo para incrementar los puestos de trabajo- pretenden ahora movilizar a la población (¿verán peligrar su millonaria nómina?) para impedir la aprobación de la ley o, al menos, que ésta se someta a referéndum. ¿Referéndum?, eso habría que hacer, preguntar a la población si hay que mantener o no a los sindicatos.

Amparo Tos Boix