Ya hace 31 años que se encontraron en el mundo los primeros casos de sida.
Desgraciadamente en todos los países siguen acumulándose los nuevos casos encontrados de infección por VIH, con mayor o menor incidencia anual. Los gastos sanitarios en medicación retroviral aumentan y me parece conveniente recordarlo dada la proximidad del día Internacional del Sida, el próximo 1 de diciembre.
La lucha contra la epidemia tiene y ha tenido éxitos y fracasos. Se usan y se han usado diversas estrategias. En este sentido debemos felicitarnos porque el acceso a la medicación necesaria siga aumentando, para que el sida no sea ya necesariamente una enfermedad mortal, y pase a ser algo crónico que obligará a un tratamiento de por vida.
Otro éxito, es que afortunadamente, ya casi está derribado el mito del condón igual a "sexo seguro". Esto es así, de acuerdo con datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2011.
Por lo tanto las campañas en educación sexual privilegiando este método anticonceptivo son un riesgo para la salud de la población, principalmente adolescentes y jóvenes, destruyen más que construyen.
Lo que sin embargo seguimos sin atrevernos, por prejuicios psicológicos, es a desanimar a la población a conductas cercanas a la infección. Las estrategias suelen ser de pazguatas como lo serían para los accidentes de moto, si los mensajes fueran "maneja como quieras, pero usa casco". En estos casos hay aún muchos intereses creados y muchas corruptelas.
Y es que como dice Bono, cantante del grupo U2, la corrupción es el flagelo más "mortífero". La estrella de rock dijo eso recientemente durante una conferencia sobre la pobreza, en la sede del Banco Mundial. Corrupción, que es una hidra de muchas cabezas, no solo la económica y que también afecta a este tema.
