• Un rescate totalmente injusto porque Washington y los mercados extorsionan ahora a España igual que hicieron con Grecia.
  • Y su objetivo no es España sino Europa: Obama quiere rendir el euro para relanzar el dólar.
  • Esa es la razón por la que Luis de Guindos lanzó los anuncios sobre recortes en Sanidad y Educación.
  • Montoro se convierte en el defensor de la soberanía española: mejor amenazar con salir del euro que acabar como Grecia: cesiones continuas sin que ellas eviten la extorsión.

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy (en la imagen), ha vuelto pronto de vacaciones. Ha reunido a sus fieles porque hay que tomar nuevas medidas si se quiere evitar el rescate europeo. Todo ello, en la convicción de que el rescate no significa arreglar los problemas (véanse los casos de Grecia, Portugal o Irlanda) sino de ceder toda la soberanía en manos de Bruselas, es decir, de Berlín.

De repente, las cámaras han cambiado de objetivo. Italia ha dejado de ser el malo de la película: ahora es España. Nuestra prima de riesgo se dispara y cada anuncio de un nuevo recorte y un nuevo apretón de cinturón para los españoles por parte del Gobierno Rajoy no trae un periodo de tranquilidad sino, por el contrario, una pléyade de analistas financieros que exigen más y más, mientras se derrumba el valor de las empresas españolas en bolsa y se exige al país que pague más intereses por su deuda para evitar que logre sacar la cabeza del agua. Exactamente igual que ocurrió con Irlanda, Portugal y, sobre todo, con Grecia, lo que ha supuesto la ruina para los griegos y un negocio espléndido para los intermediarios financieros.

Es el procedimiento de la extorsión financiera global, alentada por Estados Unidos y seguida por los mercados financieros. Y no, no es que Barack Obama le haya cogido manía a España: sólo somos un peón en el tablero de ajedrez. A quien le ha cogido manía es a Europa. Pero sabe que si España cae, caerá el euro y renacerá el dólar. Obama es el hombre que ha girado Washington hacia el Pacífico y no quiere competidores ni aliados.

Y todo ello se concreta en que Mariano Rajoy ha recibido nuevas amenazas de los mercados, en forma de analistas, sobre intervención inmediata de la economía española. Por tanto, se prepara para nuevas medidas de ajuste. Por eso el ministro de Economía, Luis de Guindos, lanzó las nuevas reformas -o sea, recortes-, en Sanidad y Educación. Recortes que sí, que son necesarios, especialmente en Sanidad -por ejemplo, gastamos demasiado y tontamente en farmacias- pero que no deja de ser un nuevo eslabón en la cadena de extorsión.

Lunes y martes de Pascua los ministros clave del Gabinete (que son tres: la vicepresidenta Soraya, el ministro de Economía Luis de Guindos y el de Hacienda, Cristóbal Montoro) deben estar en contacto permanente y, si fuera necesario, recluidos, para plantear nuevas medidas de ajuste.

Este próximo martes, los mercados, otra vez abiertos, emitirán su veredicto con la evolución de la renta variable, que no es la parte esencial de los mercados -casi es la que menos- pero sí la más ilustrativa. Un veredicto que nunca será de notable. Como mucho, aprobado. Cabe la otra opción, la de salir del euro, donde, con perspectiva, nunca debimos entrar. Ahora bien, es cierto que, si entrar era difícil, una vez dentro, salir lo es mucho más. Pero no es una postura que deba ser rechazada en origen.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com