Los bancos españoles venden deuda porque el BCE se niega a financiarles más

 

Además, acusan al Gobierno, con razón, de que negoció fatal en Bruselas el descuento de deuda española. Las entrevistas de El País y El Mundo con el presidente del PP dispararon el riesgo-país.

Hay que ser ingenuo, Mariano.

La vertiginosa mañana del vienes comenzaba con la prima de riesgo española en 525, superando a Italia, como si esto fuera Grecia. Mientras, el candidato Rubalcaba a lo suyo: evitar que su derrota signifique su final político. Convencido de su derrota frente al PP, los socialistas pregonan, en el alarde de demagogia más grande de la historia democrática española, que con ellos no habrá recortes sociales.

Por contra, Mariano Rajoy les pide piedad a los mercados: que le den media hora hasta que llegue al Gobierno. La verdad es que solicitar clemencia a un financiero es como pedirle ayuda a un cocodrilo.

Además, su ingenuidad ya venía de atrás, de la entrevista concedida por Rajoy a El Mundo y a El País, en dos días sucesivos, asegurando que no recortaría pensiones y que salvaguardaría sanidad y educación, aunque hay matices entre un diálogo y el otro. Y tanto PP como PSOE saben que eso es imposible.

Así que don Mercado Financiero tomó estas palabras como un signo de debilidad y el "consenso" de los mercados. Así que el famoso consenso de los mercados se ensañó con España y lanzó una advertencia al señor Rajoy. La prima de riesgo se disparó. Nuevamente operaba el chantaje de don Mercado a los gobiernos soberanos: como no hagas recortes y recortes drásticos, te hundo por anticipado.

Y encima, al consenso de mercado -es decir, a la conspiración financiera moderna- se unían las ventas de deuda pública española por los propios bancos españoles en el mercado secundario. ¿Por qué los bancos deshacen posiciones en deuda? Pues porque el Gobierno Zapatero, doña Elena Salgado, negoció fatal el descuento de la deuda en Bruselas: aceptó un 2%, algo que nunca debió hacer, y los bancos saben que ese 2 se convertirá fácilmente en un 4 o un 6. Conclusión: muchas entidades podrían tener un agujero gordísimo. Así que vende ya, aunque vendan a pérdidas y aunque esas ventas les encarezcan sus recursos propios.

Hasta ahora, los bancos han aceptado esa situación porque se financiaban en el BCE al 1 y compraban deuda al 3. Un buen negocio aunque les impidiera dar créditos a la economía real. Pero si ahora se derrumba el mercado secundario y encima el BCE les advierte que no puede ser su única fuente de financiación, entonces estamos aviados. Conclusión: la deuda al 7%, un desastre nacional.

Don Mercado ya ha demostrado su poderío. Ahora Rajoy sólo espera que acabe pronto la campaña sin meter más la pata. Y, el día 21, los recortes negados se harán realidad.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com