Sr. Director:
En el Mundial de fútbol de hace dos años casi 100.000 ciudadanos se reunieron en Barcelona para disfrutar de los partidos, el buen juego y los triunfos de la Roja.

Parece que a algunos políticos nacionalistas catalanes aquello les sentó mal, les salió urticaria y este año han decidido impedir que se repita.

Xavier Trias, alcalde de CiU, está empeñado en negar los permisos municipales para que en ningún espacio público de Barcelona se puedan seguir con pantallas los partidos de la Selección. Es lamentable: Barcelona es la ciudad que más jugadores aporta a la Roja y resulta que, a diferencia de numerosas localidades, en la segunda ciudad de España no podemos seguir los partidos de la selección de España. En fin, una nueva muestra del nacionalismo ridículo e intolerante que sufrimos.

Carmen M. Maciá