Sr. Director:
Me parece de cierto interés para muchos lectores el siguiente escrito: El Papa explicó en una de sus catequesis, que una de las fuentes privilegiadas de la oración es la liturgia sagrada que -tal como afirma el Catecismo de la Iglesia Católica- es "participación en la oración de Cristo, dirigida al Padre en el Espíritu Santo", en la que "toda oración cristiana encuentra su fuente y su término" (n. 1073).

Invitó, también, a todos los fieles a preguntarse: "¿en mi vida, reservo un espacio suficiente a la oración y, sobre todo, qué lugar tiene en mi relación con Dios la oración litúrgica, especialmente la Santa Misa, como participación en la oración común del Cuerpo de Cristo que es la Iglesia?".

Su Santidad añadió que para responder a esta pregunta debemos recordar ante todo que la Oración "es la relación viva de los hijos de Dios con su Padre infinitamente bueno, con su Hijos, Jesucristo y con el Espíritu Santo".

Por tanto, la vida de oración "consiste en estar habitualmente ante la presencia de Dios y saber que hay que vivir esta relación con Dios como se viven las relaciones habituales de nuestra vida, las que tenemos con nuestros familiares más queridos y con los verdaderos amigos.

Porque como dijo el Papa, la que mantenemos con el Señor "es la relación que da luz a todas las demás".

Suso do Madrid