Hay noticias que alguien tiene que escribir, necesariamente. La deuda pública mundial es del 80% de todo lo que produce el mundo.

¿Nos damos cuenta de lo que esto significa? ¿Qué pensaría usted de una familia amiga que le debiera al banco, no ya el 80% de su renta sino el 80% de su producción, que en el caso de un país no es equiparable al de un hogar?

Pues sencillamente pensaría que esa familia amiga suya esta liderada por una pareja de insensatos que se pillarán los dedos el día menos pensado.

Esa pareja de insensatos es el mundo actual. Globalmente considerado, resulta que el sector público le debe un montón al sector privado. Pero también resulta algo más: resulta que la deuda pública aumenta las dimensiones del océano de liquidez sobre el cual habita el mundo desde hace 50 años.

El asunto consiste en que el dinero no es un fin, es sólo un medio para la economía. Tanto es así, que toda la historia moderna, la fabricación de papel moneda, estuvo marcada por un patrón de referencia, el último y más importante fue el oro, que impedía emitir más dinero del necesario y controlaba la masa monetaria. Ahora no, y entonces todo el capitalismo ha entrado en crisis, sí,  crisis sistémica y crisis de modelo... muy poco modélico.

En cualquier caso, ni un particular, ni una familia, ni una empresa, ni un Estado pueden deber el 80% de lo que producen. Eso no es una sana economía, eso es la ruina.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com