Sr. Director:

He leído su artículo, donde entre otras cosas hace mención a los paraísos fiscales y al dinero negro. Al respecto comentar lo siguiente: Desde hace varios años leo todos los días, las diferentes publicaciones de información económica que se editan en internet, entre otras hispanidad.

En dichas publicaciones, aparecen muchas noticias sobre fraude fiscal, economía sumergida, paraísos fiscales, etc., pero casi ninguna sobre el blanqueo de capitales.

Como usted bien dice en su artículo, hay que poner coto al dinero negro, según las últimas estadísticas en España el fraude fiscal ronda el 20-25% del PIB, lo cual traducido a cuotas no ingresadas a la Hacienda Pública, significaría alrededor de unos 70.000 millones de euros al año.

Si el problema del dinero negro, una vez blanqueado, lo extrapolásemos al conjunto de la economía mundial, según algunos cálculos no oficiales, estaríamos hablando de entre un 2% y un 5% del PIB mundial y un 15% del comercio mundial. Si el blanqueo de capitales configurase un Estado, según el Fondo Monetario Internacional, sería al menos la octava potencia económica del mundo.

España e Italia en la Comunidad Europea, son los dos países con mayores tasas cuantificables de blanqueo de capitales.

Otros datos de interés, el dinero en metálico en circulación en España, se calcula en un 10% del PIB. Y circulan sobre unos 111 millones de euros en billetes de 500 euros, que representa el 30% del total emitido.

En el año 2010 se aprobó la Ley 10/2010 de 28 de abril de Prevención del Blanqueo de Capitales y Financiación del Terrorismo, hasta el momento y a pesar de que al Gobierno actual se le ha llenado la boca al hablar de la lucha contra el fraude fiscal, no ha hecho nada, bueno si, aplicar una amnistía fiscal.

No entiendo que con los problemas que tenemos en la actualidad en España, no se ponga coto a esta práctica y sin embargo el Gobierno nos aplique nuevos recortes.

Tampoco deberíamos olvidar que detrás de un defraudador y/o blanqueador, hay un asesor.

José Miguel Moral Blasco