Sr. Director:
Los consumidores franceses quieren productos que indiquen el origen de la carne, sin embargo, la industria francesa está cada vez menos dispuesta a proporcionárselo. Sin duda se trata de una paradoja.

Según los datos de la Unión Europea de Consumidores, entre el 50-77% de los consumidores quieren que en los alimentos aparezca indicado el origen de los mismos.

Sin embargo, el logo que representa a la carne porcina francesa VPF (Viande Porcine Française) no se está beneficiando de esta demanda. Los datos del pasado mes comparados con los de junio de 2012 muestra un descenso de la mención del origen (VPF o UE) de un 1,2% en las marcas propias del distribuidor, en un 4,1% para las marcas nacionales y en un 4,7% en la marcas "mejor precio".

La Federación francesa de charcuteros ha manifestado abiertamente su oposición a que la mención del origen de los productos transformados sea obligatoria. Justifican su posición, alegando que la mayoría de las piezas
usadas en charcutería (sobre un 80%) son compradas en el mercado francés pero en el caso de algunas de las usadas, la oferta en Francia es insuficiente en cantidad y calidad.

Además, señalan que el etiquetado del origen de las carnes en los productos transformados supone un desequilibrio inevitable de las piezas a nivel europeo y un aumento del precio de las materias primas que la industria no puede repercutir. Sin duda se trata de una paradoja provocada por un nacionalismo -carne francesa etiquetada como francesa- y la globalización -cualquier origen- en las relaciones
comerciales.

Domingo Martínez Madrid