El portavoz del gobierno Zapatero se niega a hablar sobre las acusaciones del empresario Dorribo

 

La pregunta en la rueda de prensa del Consejo de Ministros era esperada y cayó. Varias veces. Pero Blanco tenía su explicación muy elaborada y la soltó de memorieta: Se trata de una falsedad absoluta. He iniciado las acciones judiciales para que se esclarezca la verdad y que todo el peso de la ley recaiga sobre quien me ha calumniado. El ministro asegura que está en juego su honor personal.

Pero fue difícil sacarle de ahí porque Blanco puso en marcha el contestador automático. Tan ensayado tenía el discurso que se dirigió a una periodista como señoría, situado más en su papel de parlamentario que de portavoz del Gobierno. Sin embargo, no considera procedente comparecer ante el Congreso: No hay caso. Ni lo hay ni lo habrá, repitió en varias ocasiones. Blanco cree que los ciudadanos tienen el derecho a saber y que él tiene el deber de dar a conocer la verdad, pero no acude al órgano donde esos ciudadanos están representados

Considera que acudir a la justicia es suficiente y que en el escrito presentado se dan todas las explicaciones. La prueba para el ministro de Fomento, pese a las informaciones que en El Mundo aseguran lo contrario, es que las empresas citadas no recibieron ayudas.

Blanco tampoco se ha planteado dimitir porque no hay caso. Ni lo hay, ni lo habrá. Pese a la dimisión del resto de acusados, el ministro se mantiene en su puesto. Señala que las voces que desde el PP le piden que aplique su propio criterio (dimitir en cuanto se es acusado) se deben a que le tienen ganas, pero no hay caso...

El titular de Fomento ni siquiera quiso valorar si había pecado de inocencia al reunirse con el empresario en una gasolinera: No hay caso...

Rodrigo Martín

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