Sr. Director:



Como afiliado a un sindicato profesional de la enseñanza y presidente del comité de empresa de mi centro educativo rechazo los recortes en educación, especialmente los que afectan a los profesionales y al funcionamiento de los centros.

 

Desde mi sindicato tratamos de combatir estas medidas sin pedir nuevos esfuerzos económicos a los trabajadores, intentando que sean transitorias y reversibles en el menor tiempo posible.

Pienso, parece que está a la vista, que la mayoría de la ciudadanía está actuando con grandes dosis de responsabilidad que no debe ser interpretada por los gobernantes como una aceptación resignada de las decisiones que están tomando. Si se confunden en este análisis, el conflicto social será generalizado.

Considero que hay que exigir responsabilidades penales y civiles a los dirigentes públicos que han generado intencionadamente un déficit desorbitado. Que debe haber una mayor exigencia al sistema financiero para obligarle a restablecer el crédito. Ha una persecución inflexible al fraude fiscal y la economía sumergida y una organización eficaz y eficiente de la administración pública suprimiendo todo de innecesario (primas, dietas, dobles o triples sueldos, etc.) o que esté duplicado.

Con estas medidas se reduciría el déficit y se podría crear empleo, que es lo que necesitamos. Pero para conseguir todo esto no voy a hacer una huelga política promovida por los que durante los años en que se ha gestado y madurado la crisis han estado viviendo y tirando de beta.

Jesús Domingo Martínez