Insisto y persisto: el problema del madridismo no es José Mouriño, simplemente un bocazas, el verdadero problema es Florentino Pérez (en la imagen junto al entrenador portugués).

Mou ha vuelto a armarla. Como no le nombraron a él, resulta que la elección de Vicente del Bosque como mejor entrenador de la temporada ha resultado engañosa y manipulada.

El viejo himno del Madrid le definía como un equipo que "cuando pierde da la mano". O sea, Mou. Pero quien ficha y defiende a un entrenador antimadridista es el presidente y sólo el presidente. Florentino incluso ha insistido en que el fichaje del portugués es la mejor decisión que ha realizado nunca. Pues bien, el gran Mouriño es:

1. Un mal perdedor, injurioso y calumniador. Un ramillete de virtudes deportivas.

2. Un señor que odia a España y de postre, sólo de postre, al fútbol español y a su Selección. Utiliza el dinero y los fondos del Real Madrid, el equipo español por antonomasia, para crear una selección portuguesa bis, mientras los independentistas catalanes se hacen bocas con el Hispano-Barça, que tanto aportan a la selección campeona del mundo. Y no les falta razón.

3. Orgulloso y rencoroso. Los infantiles elogios de Florentino sólo sirven para que Mou se crezca y continúe cargándose la cantera del Madrid, que es la clave de cualquier equipo que no quiera convertirse en un mero negocio. En el convencimiento, además, de que si un equipo de fútbol se reduce a ser un negocio resultará un muy mal negocio.

Por lo demás, Mouriño es incapaz de rectificar o de sonreír. Vamos, la alegría de la huerta.

Para recuperar al Madrid no basta con echar a Mou, hay que echar a Florentino. Mou sólo abochorna al madridismo, pero Florentino lo destruye.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com