• Acudió a la toma de posesión del nuevo secretario de Estado de Energía.
  • El sustituto de Martí, Alberto Nadal, resume su programa en una palabra: equilibrio. Aunque no sabemos a qué equilibrio se refiere.
  • El devaluado ministro Soria apuesta por la contradicción: fomentará las renovables, la nuclear y el carbón.
  • Hasta el propio ministro reconoce que la reforma energética no acabará con el déficit.

Este martes ha jurado su cargo el nuevo secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal (en la imagen), a la sazón hermano de Álvaro Nadal, jefe de la Oficina Económica de Moncloa. A la toma de posesión han acudido, además del ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

Precisamente, Montoro tenía razones de peso para asistir al acto: vigilar sus poderes en el ministerio de Industria. Y es que, tras muchas tensiones, el titular de Hacienda logró imponer su tesis -compartida y apoyada por Álvaro Nadal- a la hora de aprobar la reforma energética. Reforma que ha consistido, fundamentalmente, en subir los impuestos para acabar con el déficit de tarifa. En el polo opuesto se encontraba Fernando Martí, partidario de suprimir, o al menos reducir, las primas a las renovables.

Pero volvamos la toma de posesión. En su discurso, el nuevo secretario de Estado ha resumido su programa en una palabra: equilibrio. Lo malo es que no sabemos muy bien a qué se refiere. Habrá que esperar a las decisiones que vaya tomando a partir de ahora.

Más extenso ha sido el discurso del ministro Soria -que, al igual que Nadal, lo ha pronunciado de memoria-, aunque tampoco ha desvelado grandes cosas. Eso sí, ha agradecido a Martí su labor en la "difícil" tarea que se le encomendó. Ha sido la única referencia al ex secretario de Estado.

Por otra parte, y de cara a 2013, Soria apuesta por el fomento de las energías renovables, la nuclear y… el carbón. Es decir, apuesta por todo aunque suponga una contradicción. Además, Soria ha admitido que la reforma energética aprobada por el Gobierno no conseguirá acabar con el déficit de tarifa. Ni siquiera -a pesar de sus múltiples promesas de que así sería- ha conseguido cumplir el techo de 1.500 millones de euros de déficit en 2012, y que en 2013 no se agrande el agujero. Según el titular de Industria, actualmente se genera un déficit anual de unos 6.000 millones de euros.

Y lo ha reconocido sólo ocho días después de entrar en vigor la reforma energética. Ya veremos lo que ocurre, pero con Montoro y los hermanos Nadal tan cerca, lo más seguro es que el Gobierno optará por subir aún más los impuestos y no por suprimir las primas a las renovables.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com