• La dura intervención del ministro de Hacienda apunta también a la "contaminación" para los "herederos políticos".
  • El Gobierno se ha resignado a aguantar a Mas hasta el desenlace de la consulta independentista.
  •  "Si creía que pidiendo perdón públicamente se hacía borrón y cuenta nueva se equivocaba de pleno".
  • El Parlamento catalán, mientras, aprueba por unanimidad la comparecencia del ex president.
  • Podemos se apunta al 'bombardeo' contra Pujol y se une a las querellas por presunta corrupción.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro (en la imagen), esperaba al 'momento de gloria' de hoy martes, durante su comparecencia en el Congreso -después de sus vacaciones del verano y a pesar de algunas de sus fugaces intervenciones- para hablar a sus anchas, consciente de que los focos estaban en él porque están, sobre todo, en el ex presidente catalán Jordi Pujol. El Parlamento catalán, mientras, ha aprobado también por unanimidad la petición para que Pujol comparezca en el Parlament para explicar su patrimonio oculto. Se pondrá en contacto con él para saber qué piensa (hasta ahora no ha dicho nada).

No se ha andado Montoro por las ramas en su intervención, muy dura: "Si creía que pidiendo perdón públicamente se hacía borrón y cuenta nueva se equivocaba de pleno". El ministro le advertido, además, que Hacienda "llegará hasta el final" porque entre sus obligaciones está perseguir el fraude fiscal, al margen del poder "económico, mediático o político" del defraudado.

La intervención de Montoro, con todo, ha dejado claro, por un lado, que Jordi Pujol está 'liquidado', pero que ahora va también a por sus "herederos políticos", esos por los que tantos ciudadanos se preguntan con cierta indignación si "estarán contaminados por esa presunta herencia" de Jordi Pujol. Es un modo de apuntar a Artur Mas, a quien el Gobierno se ha resignado a aguantar sí o sí, con todos los puntos rotos, hasta el desenlace de la consulta independentista. ¿Se atreverá, por ejemplo, con la comisión del 3% que aireó en su día el ex presidente Pascual Maragall

Pero ha dicho mucho más. Ha desvelado que Jordi Pujol no se acogió a la amnistía fiscal de 2012 y que ha dado instrucciones a la Abogacía del Estado para que se persone en los procesos judiciales abiertos a la familia Pujol para que la Agencia Tributaria también esté presente. Pero hay una frase que no hace más que avanzar por dónde irán los tiros del Gobierno en el futuro: "Me gustaría hablar con menos cortapisas legas". La confidencial, según la Ley General Tributaria, obliga para los ciudadanos relevantes.

Más detalles. Ha aclarado también que si Pujol ha regularizado su fortuna en el extranjero no ha sido por un "acto de conciencia repentino", sino porque Hacienda, la policía o la justicia iban a provocar que saltara por los aires lo que tenía escondido. Y es a partir de ahí cuando no se ha olvidado de recordar que Jordi Pujol se "ha reconvertido sorprendentemente en un adalid del independentismo mientras la Agencia Tributaria investigaba la fortuna familiar". Y con ese mismo argumento, se ha preguntado por los ciudadanos que preguntan con indignación si los "herederos políticos" de Jordi Pujol "no estarán contaminados por esa presunta herencia".

Al 'acoso' contra Jordi Pujol también se han sumado hoy martes distintos partidos de izquierda como Podemos y Guanyem Barcelona con la presentación de una querella en la que interpretan que el comunicado del ex president es una "coartada precipitada" y que lo que late detrás es un entramado político y empresarial de presunta corrupción. Han apoyado la querella ICV, EUiA y la CUP.

Y ojo, que Andorra ya ha advertido que colaborará con la justicia española si la familia Pujol está encausada en un proceso de corrupción. Es la condición que pone en su política contra el blanquero de capitales y malversación de fondos.

Mariano Tomás

mariano@hispanidad.com