• El presidente del Gobierno explica a sus colaboradores que esa fue la razón para no nombrar vicepresidente económico.
  • Y para que él sea quien preside la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos.
  • Berlín impuso el mismo modelo a Italia y a Grecia, con el consentimiento de Francia, que está en horas bajas pero todavía manda.
  • Ahora bien, eso es lo que ha provocado el desbarajuste gubernamental en materia económica, con Montoro, Guindos, Báñez y Soria a la greña, y Sáenz de Santamaría corrigiéndoles a todos.
  • Y ayer, nuevo toque de atención desde Bruselas: rechaza revisar los objetivos del déficit para 2012 y 2013 a la vista de las nuevas previsiones de recesión económica.

El 21 de diciembre pasado supimos que Mariano Rajoy presidiría la Comisión Delegada de Asuntos Económicos, prescindiendo así de un vicepresidente económico en su Ejecutivo. Tanto Luis de Guindos, ministro de Economía y Competitividad, como Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, se quedaron con la miel en los labios.

Pero la pregunta era obligada: ¿Por qué Rajoy asumía directamente la dirección económica del Gobierno? Desde ese día hasta ahora se han dado múltiples razones. Por ejemplo, que Rajoy quiere controlar directamente la parcela más importante de su Gobierno, por lo menos durante los meses o años que dure la crisis.

Otras voces decían que con esta decisión el Jefe del Ejecutivo se ahorraba una disputa interna entre Montoro y De Guindos por la supremacía económica. Los argumentos apuntados pueden tener su parte de culpa, pero la verdadera razón por la que Rajoy ha asumido la presidencia de la Comisión Económica -sin ser un experto  en Economía y debiéndose dedicar también al resto de parcelas del Gobierno- es la imposición desde Bruselas para que se hiciera cargo de ella.

Angela Merkel, sobre todo, y Nicolás Sarkozy no quieren intermediarios a la hora de negociar, pactar y -por qué no- mandar en cuestiones económicas dentro de la Unión Europea. No en vano se juegan mucho y no están dispuestos a dejar cabos sueltos o decisiones importantes en manos ajenas.

Ya pasó con Italia -Monti ha asumido todo el protagonismo de las reformas en su país- y Grecia, con el nombramiento del economista Papademos al frente del ejecutivo de unidad nacional. Ya se ve que la pérdida de soberanía nacional en favor de la 'europea' (Alemania y Francia, por este orden) está a la orden del día. Decimos por este orden porque quien manda en Europa es Berlín, no París. Merkel está aprovechando la rebaja en el 'rating' de la deuda gala para acabar de imponer sus criterios en los 17 países de la Eurozona... y quizás esté tensando la cuerda demasiado.

Y el hecho de que Merkel haya impuesto a Rajoy como rector económico ha provocado el actual caos en la política económica del Gobierno popular, con los cuatro ministros más importantes del área a la greña, porque el presidente no pide estar en el día a día. Cristóbal Montoro (Hacienda), Luis de Guindos (Economía), Fátima Báñez (Trabajo) y José Manuel Soria (Industria) van cada uno por su lado y, para coordinar más y mejor, cada viernes, en las ruedas de prensa posteriores al Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera.

Conclusión: el mundo económico no se aclara sobre la política gubernamental en materias como la reforma bancaria -donde también ha metido baza la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal-, la reducción del tamaño del Estado o la reforma laboral.

Pablo Ferrer    

pablo@hispanidad.com