• Un modelo que no funciona: según Eurostat, la Eurozona ha entrado en recesión en el tercer trimestre.
  • Y el Bundesbank avisa de que Alemania podría caer tres décimas en 2013, hasta registrar un tímido crecimiento del 0,4%.
  • El modelo europeo -cuyo objetivo es el cumplimiento del déficit- establece impuestos muy elevados tanto a las clases medias como a las empresas.
  • Modelo que contrasta con el estadounidense, mucho más proclive a la creación de empresas.
  • El impuesto sobre el beneficio en Europa suele superar el 30% mientras que en EEUU está en el 15%.
  • Aunque Obama está dispuesto a cambiarlo para hacer frente al aumento del gasto público.

Según los últimos datos de la oficina comunitaria de estadística, Eurostat, la economía europea ha entrado en recesión en el tercer trimestre del año, al registrar una contracción de la actividad del 0,1%. El trimestre anterior el descenso fue del 0,2%. De esta manera, el Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro lleva cuatro trimestres consecutivos sin crecer.

Además, en la mañana de este viernes, el Bundesbank ha dado la voz de alarma sobre la economía alemana, y ha revisado a la baja las previsiones tanto para este año como para 2013. Así, en 2012, el país germano crecerá un 0,7% y el año que viene sólo lo hará un 0,4%. Ambas previsiones están muy lejos de las iniciales, que estimaban un crecimiento del 1% este año y del 1,6% en 2013. Además, el Bundesbank prevé que el paro de la primera economía europea suba hasta el 7,2% en 2013, algo totalmente inaudito para ellos.

A pesar del fracaso, la canciller alemana Ángela Merkel (en la imagen), se opone a un cambio de modelo económico en Europa. Modelo que se sustenta en unos impuestos muy elevados, tanto a los ciudadanos -clases medias, sobre todo- como a las empresas. Impuestos que se han incrementado en los últimos años con el único fin de lograr cumplir los objetivos de déficit marcados por Bruselas.

En Estados Unidos, sin embargo, el modelo económico facilita la creación de empresas. Así, los impuestos son más bajos, tanto para los ciudadanos como para las compañías. Para hacernos una idea, el impuesto sobre el beneficio de las empresas, en EEUU es del 15% mientras que en Europa es del 30%.

Claro que el presidente Obama, cuya política se ha caracterizado por aumentar el gasto público, está dispuesto a cambiarlo. De hecho, si no llega a un acuerdo con los republicanos sobre la reducción del déficit público, el impuesto sobre los dividendos empresariales subirá del 15% hasta el 40%, esto es, se producirá el temido 'abismo fiscal'.

Andrés Velázquez

andres@hispanidad.com