Diez años después de la última incursión en la gran pantalla de los hombres de negro, se estrena Men in Black 3 o, lo  que es lo mismo, vuelven los agentes K y J en su lucha contra malvados alienígenas.

Tras su fuga de una cárcel de máxima seguridad en la Luna, el feroz alienígena "Boris, el Animal" planea su venganza contra el agente K que le encerró 40 años atrás y que protegió a la Tierra de una invasión de sus congéneres: los terribles bogloditas. Para llevarla a cabo Boris volverá al pasado, al igual que el agente J. Este último implicado en esa peligrosa misión para salvar al mundo y a su lacónico compañero…

La vuelta al pasado planteada en Men in Black 3 no resulta un recurso argumental original por lo que, en este largometraje, se apuesta por dar más desarrollo a la relación de amistad entre los dos agentes y, no nos engañemos, por ofrecer un espectáculo visual entretenido. Este último objetivo se consigue con creces gracias a un 3D muy sofisticado que sumerge al espectador en escenas tan atractivas como el salto en el tiempo de Will Smith (agente J en la película).

Por lo demás, Men in Black 3 está en línea con sus predecesoras: comicidad en muchos diálogos, un buen desfile de criaturas alienígenas a cual más curiosa (aunque no acabe de convencer Griffin, el vidente de expresión bonachona), así como una excelente puesta en escena que recrea, en esta ocasión, los años 60. Muy apropiado, por cierto, que el día clave de la película sea el 16 de julio de 1969, jornada en la que se envió la primera misión tripulada a la Luna mediante el Apolo XI.

En cuanto al reparto, para los curiosos, Josh Brolin no defrauda interpretando al agente K de joven.

Si van al cine a buscar entretenimiento Men in Black 3 no les va a decepcionar, aunque tenemos que hacerles una precisión: su arranque, violento, y el malvado, muy terrorífico, no la hacen adecuada para el público más menudo.

Para. Los que les guste el cine que es sólo entretenimiento