Sr. Director:

Sin que todavía se sepa el contenido real de la reforma de la ley del aborto que prepara el Gobierno, la oposición sigue su escalada ideológica sin que nada haga presagiar un debate sereno y racional.

En una sesión en el Senado, la socialista de Entesa, Mónica Almiñana, en línea con lo que ya afirmó Bibiana Aído, según la cual "el feto es un ser vivo pero no un ser humano", insistió en que no se trata de una persona.

Como consecuencia de esta perversión científica y jurídica, acabar con la vida del feto estaría justificado en cualquier momento de la gestación. El debate en el Senado tenía como centro la acusación que se hacía al ministro de Justicia de mantener su intención de que no pueda abortarse por razón de discapacidad, a lo que Gallardón contestó que un discapacitado tiene el mismo derecho a vivir que una persona sin discapacidad. Y es que retirar el derecho a la vida a un discapacitado es nazismo puro y duro.

Enric Barrull Casals