• Aunque las divisas iberoamericanas siguen fastidiando la cuenta.
  • Récord en beneficio bruto y fuerte crecimiento del patrimonio.
  • Huertas optó, tras una etapa de fortísimo crecimiento, por apuntalar y madurar todos los frentes abiertos, antes que por ampliar.
  • Han pasado dos años y Huertas cuenta ahora con una Mapfre más sólida y con unos mercados exteriores que empiezan a producir los beneficios esperados.

Las presentaciones de resultados trimestrales de las empresas son como cajas de bombones, nunca sabes qué te puedes encontrar hasta que los pruebas. Este es el caso de Mapfre, que el jueves presentó sus resultados del primer semestre de 2014, resultados que resultan cuanto menos interesantes, por su composición y desarrollo, describiendo perfectamente la composición de una caja de bombones. En alguna medida, la lectura de sus datos contables actúa a modo de un perfecto barómetro sobre la situación de nuestro país. Un negocio estabilizado a nivel nacional, con perspectivas positivas por el deseo de mejorar y con grandes esperanzas... y un negocio creciente en el extranjero que depende, en gran medida, de las condiciones de los mercados financieros internacionales, especialmente el de divisas. Una caja de bombones con pretensiones pero sin chocolate suizo, por el momento.

Si centramos nuestra atención en datos precisos, el resultado atribuido de la aseguradora se situó en 457,7 millones, un alza del 0,4% en términos interanuales; en definitiva un bombón, pero sin relleno. El bombón estrella se refleja en el beneficio antes de impuestos y minoritarios que se eleva a 942 millones, la cifra más alta de la historia de Mapfre según informa la entidad, con un crecimiento del patrimonio neto de casi 820 millones de euros en los seis primeros meses, hasta superar los 10.713 millones, gracias, en gran medida, a la caída de la prima de riesgo en España. Las plusvalías no realizadas reconocidas en dicho patrimonio neto se han incrementado en más de 1.552 millones desde el cierre del ejercicio, sin duda derivado del buen comportamiento de la actividad de los mercados financieros. En realidad, no es un bombón estrella, son dos bombones con cereza y licor, dado que, desde el inicio de la crisis en el año 2007, el beneficio antes de impuestos y minoritarios se ha incrementado en más de un 45 por ciento y los fondos propios se han incrementado en un 8,3 por ciento desde el inicio de año, hasta 8.484,8 millones.

No obstante, la importante fortaleza del euro frente a las divisas internacionales, especialmente iberoamericanas, resta esplendor a los resultados, toda vez que si se elimina el efecto derivado del tipo de cambio el beneficio debería haber subido en un 7% y las primas deberían reflejar un aumento del 8%. Bombones de relleno, que no necesariamente rellenos. En este sentido, podemos apreciar cómo el negocio internacional mantiene un comportamiento positivo, mientras el nacional todavía está en las atenazadas manos de la crisis, si bien 2,4 puntos mejor que el mercado, con crecimientos importantes en Salud, Accidentes, Vida y Multirriesgos. En definitiva, la actividad de la entidad durante estos meses ha estado marcada, por tanto, por la solidez del negocio y el mantenimiento del ratio combinado en niveles buenos.

Abundando en ello, en el primer semestre el volumen de primas se elevó a 11.785 millones, sin casi variación respecto del ejercicio anterior; los ingresos se mantuvieron estables en 13.720 millones. Bombones con praliné, que no están malos pero no gustan a todos. Por segmentos de actividad, las primas del área No Vida ascendieron, al cierre de junio, a 8.623 millones de euros, reduciéndose en medio punto su actividad, con una leve mejoría respecto al trimestre anterior ( 1,4 por ciento de repunte). Esta aceleración procede fundamentalmente de la actividad de Brasil y México. La actividad del negocio Vida, por el contrario, aumentó en un 1,4%, con unas primas totales de 3.161,6 millones de euros, fundamentalmente proveniente del comportamiento de Brasil durante el segundo trimestre. El negocio reasegurador registró un incremento de sus primas del 1,9 por ciento, hasta los 1.855,6 millones. En definitiva una compensación de negocios que permite estabilizar el comportamiento de su cuenta de resultados. Bombones con chocolate blanco, para los más golosos. Finalmente resaltamos la cifra de los activos gestionados por la entidad que ascendieron a 72.333,5 millones, un incremento del 7,2 por ciento en los últimos doce meses. El ahorro gestionado aumentó un 12 por ciento, hasta un cantidad de 37.075,8 millones. Dos gratas sorpresas en la caja.

Estos datos conducen a que la calificación crediticia de Mapfre se haya elevado hasta  "BBB ", lo que indica que a la agencia Standard&Poors le gusta la caja de bombones que ha abierto, donde ha encontrado interesantes guindas. Por su parte los accionistas deben ser algo más golosos; en el momento de redactar estas líneas la cotización subía un 1,76 por ciento hasta 2,942 por acción.

En resumen, asistimos al final de un proceso iniciado cuando Antonio Huertas (en la imagen) sustituyó en la Presidencia a José Manuel Martínez. Huertas optó, tras una etapa de fortísimo crecimiento, por apuntalar y madurar todos los frentes abiertos, antes que por ampliar. Han pasado dos años pero ahora cuenta con una Mapfre más sólida y con unos mercados exteriores que empiezan a producir los beneficios esperados.

Y España ya despertará algún día.

Rodrigo de Silos

rodrigode@hispanidad.com