Su Alteza serenísima, doña Corinna zu Sayn-Wittgenstein (en la imagen) ha sido portada de El Mundo dos días seguidos y ahora lo es del Hola. Lo primero, lo de Pedro José Ramírez, es más grave porque se está institucionalizando a quien no debería institucionalizarse. Pero lo segundo resulta más ilustrativo, porque, naturalmente, cuando la excesiva multicultural (Mónaco y Londres) de El Mundo, tal parecía que Su Alteza serenísima quería vengarse de Su Majestad pero ahora, con el Hola, oiga, no se lo cree nadie. Vamos, que lo del El Mundo se quedaba en entrevista pedrojotiense -a quien la Monarquía y el país le importan un bledo pero las ventas de El Mundo no-, esto es, una entrevista contra el Rey.

Pero lo del Hola es distinto. Lo del Hola, siempre atento a las sugerencias de Zarzuela, demuestra que no estamos ante una entrevista contra el Rey, sino "con" el Rey, si no inducida por Palacio, al menos, sí permitida.

Además, si se trataba de un espectáculo pro-Monarca, entonces se entiende el objetivo: se trataba de establecer un cortafuegos en el caso Nóos, cortafuegos ratificado en la misma mañana del miércoles por el fiscal, según el cual, en pocas palabras, Urdangarín terminará en la cárcel pero la Casa Real y su esposa, la infanta Cristina, no se verán comprometidos.

Y como toda gran mentira alberga parte de verdad. Es verdad que la manipulación de los correos electrónicos por parte de Diego Torres, con el objetivo de meter al Rey en el ajo, es eso: una manipulación. Y hasta su Alteza serenísima dice aquí verdad, cuando manifiesta que sólo trató de convertir a Urdangarín en el presidente de Laureus España. Eso sí, dado que es tan discreta, Corinna se podía haber callado el pequeño detalle de que fue el Rey quien le encargó la gestión: ¿verdad que sí

En cualquier caso, lo del Hola demuestra que Zarzuela ha utilizado a su Alteza serenísima, aunque la ambición y el cinismo del personaje le haya llevado a poner alguna guinda a la tarta, de su propia cosecha.

Así que, con el debido respeto, Majestad, un consejo: mande a freír espárragos a su entrañable amiga y que salga de su vida para siempre jamás. Porque actúa usted, Señor, como si estuviera dando los pasos previos hacia una abdicación, y no es lo que precisa España en estos momentos. Sólo faltaba que una humillada Reina Doña Sofía, diera ahora la espantada de derecho, pues de hecho ya la ha dado tiempo atrás. Recuerde que usted será Rey en tanto se comporte como una referencia moral para el pueblo español. Si se empeña en no serlo, cabe el peligro, no sólo de que caiga Juan Carlos I, sino de que caiga la Monarquía española, que tiene muchos siglos de historia.

En cuanto a la entrañable amiga: serenísima Alteza, lo que queremos no es que se marche usted de España -eso lo damos por añadido- sino que se marche de la Casa Real española. Do you understand

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com