Las campañas publicitarias para sensibilizar a los adolescentes y evitar el consumo indiscriminado de bebidas etílicas llevan los eslóganes: "El alcohol llena vacíos", "habla con tus hijos, la información es prevención". Y también: "bebe con moderación, es tu responsabilidad" y "disfruta de un consumo responsable".

 

Con estas campañas se intenta vigorizar las conductas y sugerir la exigencia individual en el consumo de bebidas alcohólicas. A pesar de todo el famoso 'botellón' sigue imperando. Lo ha averiguado un equipo de psicólogos de la Universidad de Valencia (UV) tras encuestar a 4.083 chicos y chicas de 14 a 25 años. 

Los autores del trabajo, recogido en la revista del Colegio Oficial de Psicólogos del Principado de Asturias (Psicothema), confirman que el motivo más citado por los jóvenes para llevar a cabo el botellón es la diversión (75,2%), seguido del ahorro (37,5%) y de poder estar con los amigos (36,3%). Una actividad lúdica que reconoce practicar el 80,4% de los universitarios y el 67% de los adolescentes de entre 14 y 18 años.

Los universitarios dan más importancia al control del ocio, como la economía, huir de las aglomeraciones en los pubs, la calidad de la bebida y escuchar su música y están definidos como consumidores 'radicales' ya que ingieren 11 copas, tres por semana durante más de 10 meses al año, mientras que los usuarios medios de bebidas alcohólicas beben cinco consumiciones dos veces por semana y durante ocho meses.  

Lo que esperan obtener de este consumo es sentirse más habladores (51,2%), desinhibirse (35,4%) y estar eufóricos. Por otra parte, el alcoholismo afecta más a las mujeres que a los hombres ya que, en ellas, la parálisis cerebral se desarrolla de una manera más rápida. También sus hijos nacen con defectos físicos o psíquicos, según un estudio de la Universidad alemana de Heidel y la norteamericana de Stanford.

Finalmente se ha de reconocer que las bebidas espirituosas son el ataque más feroz que sufre la sociedad actual. Una agresión cuyas consecuencias son catastróficas ya que las víctimas son los jóvenes, nuestro caudal más valioso.

Clemente Ferrer

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