Sr. Director:
Supongo que en otros muchos municipios ocurrirá algo parecido a lo que describo a continuación.

 

¡Cuánto hubiera disfrutado D. Ramón María del Valle Inclán si hubiera podido asistir al Pleno Municipal del 24 de Febrero del 2011 en Lozoyuela! Esa única representación hubiera sido merecedora sin lugar a dudas de varios premios Goya, casi tan perfecta como Luces de Bohemia, el título de esta magna obra era Acoso y derribo del primer edil.

Los actores estuvieron portentosos, cuando no sublimes, los espectadores salimos asombrados ante tan tamaña representación, casi no podíamos articular palabras, alguno se salió ante el estupor y la incomprensión, fue majestuoso.

El actor de la oposición muy en su papel, pide la dimisión del Alcalde por su mala gestión tanto en infraestructuras como subvenciones, también por una convocatoria pública de puestos de trabajo y por la bancarrota.

Entre los miembros del Gobierno del primer edil, su Tte. Alcalde nos lee la carta de su dimisión, explicando los motivos, que son, oscurantismo, la poca participación como segunda edil, le atribuye desconfianza hacia todos y abandono de funciones por vacaciones al no ser informada.

Pero sin lugar a dudas el Premio Goya hay que otorgárselo a un actor secundario, al presidente de su partido, también concejal y antiguo regidor de Lozoyuela, fue una alocución larga, serena, metódica, ampliando las exposiciones anteriores para pedir también la dimisión y abandono del cargo de su primer edil.

El actor principal, el alcalde, aguantó estoicamente todas las críticas, respondió ágilmente y ante la duda sobre un puesto de trabajo le dio voz a un cameo, que era el secretario.

Pero el verdadero argumento pasó casi inadvertido, todo el orden del día era prácticamente informativo, incluso el principal ni se podía votar ni se profundizó en él, no era otro que la  convocatoria de puestos de trabajo, nadie explicó que estos puestos actualmente ocupados y a los que se les quiere hacer funcionarios, son puestos de confianza, al haber entrado en el Ayuntamiento con el anterior regidor sin ser suplencias, ni opositados, debiendo de haber cesado con él, pero nadie sabe por qué extraña razón siguen, son ADL o Abogados, esto incluso más incomprensible, los Ayuntamientos regidos por miembros de algún partido político están asesorados por la Asesoría Jurídica del partido, como hacen con los acusados de prevaricación o malversación de fondos que leemos en prensa a diario.

Es penoso tener que cesar a personas en estos momentos coyunturales, pero si se quiere claridad y honradez es el momento, si se necesita alguna plaza que se haga en igualdad, los puestos de confianza no deben de tener prerrogativas, como aquellos otros que  han sido realizados por personas en suplencias momentáneas y a tiempo finito.

En este Ayuntamiento con el aumento de población es necesario que dos personas al menos controlen tamaño trabajo, el alcalde posiblemente necesite una persona de confianza, si sus concejales no pueden o no quieren dejar su trabajo, pero a esa persona se le debe de hacer un contrato de legislatura únicamente y si son sobradamente preparados aceptarán, porque trabajo nunca les faltará, de esa forma al cambio de regidor o legislatura se puede prescindir de él o renovarle, sin llegar a ser funcionario o personal laboral, pero nunca hacer funcionario a toda persona que disfrute un tiempo de ese respaldo, y en algunos casos con menos preparación que muchos parados.

José Enrique Centén Martín