Tratan de lavar su imagen ante sus miembros
Querrían hacer una huelga, pero saben que no va a ser exitosa y no quieren otro 29-S; querrían hacer una huelga, pero saben quién les da de comer; querrían hacer una huelga, aunque saben que el 28 de enero saldrá sí o sí la ley de reforma de las pensiones. Querrían hacer una huelga, pero no la hacen.
Por ello al menos hay que lavar un poco la cara. Los sindicatos han anunciado para este miércoles encierros y asambleas contra la jubilación a los 67. Pero nadie se va a enterar de que los han llevado a cabo. En el fondo son brazadas de ahogado que no llevan a ninguna parte. Y es que la fuerza de los sindicatos ha caído enormemente desde que no hay jóvenes sindicados, los autónomos no están para esas labores y sobre todo, reciben el pan de aquellos con los que tienen que dialogar (y a los que hay que poner trabas).
Así no es de extrañar que el Gobierno afirme que no teme que los encierros de los sindicatos afecten a la negociación de las pensiones y que sólo CGT esté sopesando convocar una huelga general.
Y es que con estos sindicatos, no hay que esperar una defensa a ultranza de los trabajadores, a menos que quien gobierne sea la derecha. En ese caso, todo está permitido.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com