Sr. Director: 
Según como se van desarrollando las cosas a partir del 22 M da la sensación que el Gobierno y el partido que le sustenta no quieren entender que su derrota se explica por su catastrófica gestión de la crisis y por el cansancio que ha provocado su política de fractura social y ruptura del consenso de la Transición.

 

La sociedad española no es la de los ocupas, las feministas, los gays o la de los indignados, ni siquiera los de la memoria histórica.

La incapacidad o ceguera para admitir las razones profundas de su derrota les está llevando a persistir en su error, con el único objetivo de mantenerse unos meses más en el poder. En lugar de buscar el acuerdo fundamental con el PP para las urgentes reformas que necesita España, pretende sujetar con alfileres este final de legislatura, con el siempre costoso apoyo de los nacionalistas.

Esta estrategia, diseñada exclusivamente en función de intereses de partido, disminuye las posibilidades de reactivación de nuestra economía y debilita la cohesión del país. Además amenaza con hacer más difíciles aún los esfuerzos que el futuro Gobierno tendrá que desplegar para superar la crisis y crear un nuevo proyecto colectivo. Ejemplos de ello no faltan como la debilidad mostrada ante Alemania en la crisis del pepino, el tibio decreto ley para la reforma laboral o la no actuación ante la ocupación ilegal de espacios públicos.

Jesús Domingo Martínez