Sr. Director:
No existe una definición conocida de «lengua propia» que permita distinguirla, por ejemplo, de lengua vernácula.

 

En términos puramente funcionales, lo único que permite distinguir a la «lengua propia» es la capacidad de legitimar políticas institucionales favorables a las lenguas así calificadas. Estas políticas variarán en intensidad en unos sitios u otros.

Juan Julio Alfaya